Día Mundial de los Humedales

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El 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales, conmemorando así la fecha en que se adoptó la Convención sobre los Humedales en 1971. Son muchos los que aprovechan la oportunidad para realizar diferentes actividades con el fin de aumentar la sensibilidad y concienciación de todos por los valores que nos reportan los humedales y su necesidad de conservación. Nuestros genios quieren colaborar con su granito de arena, haciendo aquello que mejor sabemos hacer: contaros historias sobre nuestros humedales favoritos.

Día Mundial de los Humedales 2017: Humedales de la Comunidad Valenciana

El tema elegido para 2017 es “Humedales para la reducción del riesgo de desastres” pues los humedales sanos nos ayudan a hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos.

En la Comunidad Valenciana contamos con 48 zonas húmedas entre las que cabe destacar los Parques Naturales como la Albufera de Valencia, la Marjal de Pego-Oliva, El Fondó d’Elx, las salinas de Santa Pola y las lagunas de La Mata y Torrevieja.

Sabemos que la frecuencia de los desastres naturales en el mundo se ha duplicado en los últimos años, pero también sabemos que los humedales son nuestra defensa natural frente a algunos desastres, puesto que son áreas terrestres inundables de manera estacional o permanente. En el litoral, los humedales actúan como una barrera protectora natural y en el interior funcionan como esponjas naturales. Los humedales absorben y almacenan el exceso de agua procedente de las precipitaciones y reducen las inundaciones. Luego, durante la estación seca, liberan el agua almacenada, retrasando el inicio de las sequías y reduciendo la escasez de agua. Manteniendo nuestros humedales saludables y restaurando los humedales degradas, podemos hacer frente a los posibles desastres naturales.

Día Mundial de los Humedales 2016: La Albufera de Valencia

En 2016 se ha elegido el tema “Humedales para nuestro futuro: Medios de vida sostenibles” para demostrar el papel esencial que desempeñan los humedales para el futuro de la humanidad y particularmente en el logro de los objetivos sobre desarrollo sostenible.

La pesca ha sido siempre el principal medio de vida de los hombres de la Albufera. Un don de la naturaleza cuya variedad y riqueza causó siempre admiración de quienes visitaban el lago y que los pescadores locales, organizados en cofradías guardaban y cuidaban con celo, manteniendo usos y costumbres ancestrales. De las tres cofradías que existen en el lago, la de mayor antigüedad e importancia es la Cofradía de Pescadores de El Palmar, cuyo funcionamiento responde a una tradición mantenida desde el s. XIII. El derecho de pesca se heredaba de padres a hijos varones, nacidos en El Palmar. Una medida de contención tradicional que, en virtud de los principios constitucionales, en el siglo XXI cambió para conceder también a las mujeres el derecho de pesca. Los puestos o lugares de pesca dentro del lago se repartían por sorteo, y todavía se sigue haciendo así, el segundo domingo de julio. Lo que mantenía a los pescadores centrados en una parte del lago durante toda una temporada, que se extiende de octubre a marzo, con el resto del año como tiempo de recuperación. A pesar de estas y otras medidas, muchas especies desaparecieron, otras se hallan en peligro de extinción y la abundancia de pesca ya no es tal. La causa principal ha sido el hombre, que ha reducido la extensión del lago para cultivar arroz por la mayor rentabilidad de esta actividad y ha incrementado la contaminación.

La riqueza cinegética de la Albufera y su Dehesa, el cordón litoral que separa el lago del mar, la convirtieron desde siempre en visita obligada para todos los amantes de la caza, principalmente príncipes y reyes. No podemos olvidar que el pato, es uno de los ingredientes principales de la paella valencia de los habitantes de las orillas del lago. Los abusos y la caza indiscriminada llevaron a la prohibición de la misma en el s. XVII exceptuando las tiradas de San Martín y Santa Catalina, que la tradición atribuye a un privilegio otorgado por el rey Martín I el Humano, que se mantuvieron hasta 1986.

Por ello, no podemos si no recordar la necesidad de cuidar del lago, de la calidad de sus aguas, de la biodiversidad de su fauna… Pues no hay mayor recompensa que la que el lago nos da con sus bellos atardeceres.

Esperamos que nuestras historias os ayuden a conocer un poquito más nuestro patrimonio natural y aumenten vuestro interés por su conservación y vuestra curiosidad por conocerlos más y mejor. Si es así, no dudéis en poneros en contactos con nuestros Guías de Turismo para conocer nuestros humedales con un poquito de in-genio. Desde aquí os proponemos una ruta cultural por la Albufera de Valencia o nuestra excursión escolar a la Albufera de Valencia.

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